Real Madrid vs Barcelona 2017-18, ¿el Clásico más desigual de la historia?

Los blaugranas llegan con una ventaja de 11 puntos al duelo y podrían dejar casi sentenciada LaLiga en la primera vuelta. 

El Real Madrid y el Barcelona se miden este sábado en un Clásico, que como suele ser habitual será decisivo para el curso de LaLiga aunque para los blancos es a vida o muerte, ya que una derrota sepultaría casi por completo sus opciones de revalidar el título de la temporada pasada.

El espectacular arranque del equipo de Ernesto Valverde en el que ha sumado 13 victorias y sólo 3 empates le ha permitido mandar en la clasificación desde agosto, mientras que los pinchazos inesperados de los merengues ante rivales como el Girona, el Betis o el Levante, así como el partido aplazado ante el Leganés, han provocado que llegue al duelo directo con 11 puntos de desventaja.

Nunca antes había ocurrido, en 2008, el primero con Guardiola en el banquillo, los culés lograron llegar con 9 puntos de ventaja y tras vencer por 2-0 la ampliaron a 12. En 2016, los culés llegaron con diez puntos de renta pero el Madrid venció en el Bernabéu y la dejaron en siete y los de Luis Enrique ganaron por sólo un punto aquel título.

Si el Barcelona lograra vencer en el Bernabéu, se iría al parón navideño con 14 puntos de ventaja y dejaría a los madridistas casi descartados en la pelea por LaLiga y su rivales más directos, si es que no lo son ya, pasarían a ser el Atlético y el Valencia.

Por el lado del Real Madrid, el Clásico tiene cierto aire a reválida. Una victoria reduciría la desventaja a ocho puntos, que podrían ser cinco si vence al Leganés y a sólo 2 si también lograra vencer en el Camp Nou en la segunda vuelta. Además maquillaría una primera vuelta discreta y unido a la victoria en el Mundial de Clubes dejaría un regusto dulce en las navidades merengues.

En definitiva, este Clásico supone una final en diciembre para LaLiga. 14 ó 11 puntos se antojarían casi insalvables para el Real Madrid en 2018 pero para el Barcelona, una derrota sería un golpe duro en la a de flotación de un proyecto que hasta el momento se ha basado más en los resultados que en las buenas sensaciones que deja el juego del equipo de Valverde.